Arsis es una palabra procedente del griego (opuesta a thesis) que significa elevación, y se identifica con el tiempo débil de la métrica, con el impulso de una anacrusa. Es un concepto básico de la música desde el canto gregoriano.
La magia del arsis o la anacrusa radica precisamente en lo que nos deja intuir de la futura thesis; ¿quién no ha oído alguna vez el magistral inicio de la Quinta Sinfonía de Beethoven? El arsis, que puede ser incluso un silencio, la nada, es el que confiere pleno significado a la thesis, y es que, un punto climático en cualquier arte basado en el tiempo, no lo es tal sin su anterior preparación, su arsis.